domingo, 3 de agosto de 2014

La Restauración temática.... en auge....

Os compartimos un artículo sobre la restauración temática. Parece que tiene ya unos años pero nos ha parecido interesante, ya que fue escrito hace ya unos años, pero que puede ser de actualidad ya que este tipo de restauración cada vez se está imponiendo pero unida a otro tipo de conceptos.... unificando una concepción temática tanto en decoración como en gastronomía. Por ejemplo franquicias de fast food centradas en cocinas de países en las que la decoración y el ambiente es totalmente del pais en cuestión, ambientaciones más minimalistas.... etc.

Creemos que este artículo puede ser de vuestro interés.

RESTAURACIÓN TEMÁTICA


Seguramente que el lector ha oído hablar alguna vez de ese concepto tan nuevo que da título a este artículo. Pues sí, antes había marisquerías, sidrerías, parrillas, asadores, casas de comidas, etc. Ahora, además, hay restaurantes de los llamados temáticos. La definición es fácil, ya que en esos locales toda la decoración y la ambientación giran en torno a un tema determinado, como puede ser el oeste americano, el castillo medieval, el mundo del cine o incluso el sexo.


Hasta ahora parece ser que en estos negocios lo que prima es la estética sobre la cocina, vendiendo principalmente una experiencia, más que una comida. Se trata de ofrecer al cliente una novedad y una diferencia que distinga al restaurante de cualquier otro. Eso permite comentar luego con los amigos cosas como "estuvimos cenando en un Planet Hollywood" o "merendamos en el Hard rock café" (éste último dedicado a la música moderna).

Indudablemente, la restauración temática es fundamentalmente urbana. La rural suele ser temática por sí sola. Para que un restaurante de estos triunfe, los requisitos son más bien complicados. Se requieren grandes urbes, calles de mucho paso y locales enormes, o bien ubicación en centros comerciales. Casi siempre se trata de franquicias, unas veces con éxito previo y otras toda una promesa llena de riesgos. No está muy claro que eso sea mejor negocio que una cafetería convencional.

Como es obvio, si lo que prima al ir a un restaurante temático es la experiencia, la cocina queda relegada a un segundo plano. Basta con que la comida sea aceptable. Incluso si el nivel gastronómico es excelente, posiblemente al cliente no le importe demasiado, ya que hay demasiada gente con poco paladar y muchas ganas de presumir de haber estado en un sitio con glamour. Insisto en que se vende un conjunto de sensaciones aparte de la mera alimentación o el deleite del gusto.

Parece que estamos asistiendo a una explosión de este tipo de restaurantes. Seguro que en unos años se consolidan algunos y desaparece la mayoría, como ocurre cuando un sector eclosiona. Los habrá que se queden por mucho tiempo en cuanto hallen la fórmula ideal.

No debemos confundir restaurantes temáticos con restaurantes especializados. Los de comida regional o nacional suelen tener una decoración acorde con el origen de los platos. Así es habitual hallar hoy en día sidrerías asturianas en Madrid con una ambientación pensada para que el local sea un trocito de Asturias, una embajada. Al parecer, la mayor parte de restaurantes chinos no se parecen nada a los que hay en China, pero se trata de que el cliente se lo crea y que parezcan cuanto más chinos mejor; los buenos restaurantes chinos que hay en España tienen un aspecto más sencillo.

Los japoneses están irrumpiendo con fuerza y tienen alta demanda, además de por la soberbia cocina japonesa, gracias al aura de modernidad y minimalismo de los locales, junto con el toque justo de esnobismo que da comer sushi. En ciertas ocasiones, un asador vasco con un nombre típico que acabe en -berri, -aga, -orri o algo así ya es garantía de buen comer. A los vascos la fama en la cocina les precede y su calidad es algo que se presupone. Más complicado lo tienen las cocinas del magreb, aunque de esos pueblos hemos heredado mucho. Y lo que no acaba de pegar es lo mejicano, por mucho que se empeñen, puesto que no todo lo que gusta a los americanos tiene porque placernos a nosotros. Pero hay público para todo. Establézcase en un lugar céntrico, ponga un cartel que diga "déjese azotar a escobazos por solo 10 euros" y seguro que caen unos cuantos clientes al mes.

Ya sabemos que en un negocio son fundamentales las 4P, es decir, producto, precio, plaza y promoción. Cuando tratamos sobre restauración temática incidimos especialmente en el producto. Si quiere conocer el asunto de primera mano, diríjase a cualquier centro de ocio y compruebe la gran variedad de ofertas temáticas. En esos sitios no hay lugar para lo convencional, pues todos intentan sorprender. Verá parrillas al estilo barbacoa americana con decoración de "saloon", e incluso grupos de música country o camareros vestidos a la usanza del oeste. Y también verá clientes gastando dinero. Se han puesto de moda las cafeterías al estilo italiano y los cafés estandarizados al estilo "Starbucks".

La parte del pastel a la que aspira la restauración de este estilo no es muy grande, pero puede haber un desarrollo importante si se avanza en el conocimiento de las preferencias del cliente.

El restaurador de toda la vida puede tomar buena nota de las ideas que le surjan a raíz de la lectura de este artículo, adobándolas con una visita a un local de los referidos, si es posible con consumición y todo. Sí es posible aprovecharse de las nuevas tendencias para aportar un toque de modernidad al restaurante convencional.

Para empezar, hay que especializarse. Vender comida cada vez es más complicado. Lo mejor es situarse en un determinado hueco en el que podamos destacar. Que se nos conozca por algo muy concreto. Hacer de todo y bien es muy complicado. Que se hable de nuestras paellas, pinchos, chuletones, fabadas, etc. Esa es la clave del éxito. Permítaseme citar algunos ejemplos. Todo lector asturiano habrá oido hablar alguna vez del Llagar del Quesu, una parrilla donde debe haber pasado ya la totalidad del millón de habitantes de la región; por algo será. Allí se va a comer carne y el parking rebosa de lunes a domingo. Siempre recordaré los arroces que se sirve en la Santa María de Sitges, porque allí se dedican a lo que mejor saben hacer y no se andan con inventos. Se supone que todo el mundo ha oído hablar del chuletón de Berritz, de la fabada de La Máquina (en Lugones), el cocido lebaniego del mesón del Oso en Cosgaya, los pinchos del Aloña Berri en San Sebastián. Ustedes conocerán ejemplos de cada provincia y solo cito algunos que conozco de primera mano y se me vienen a la memoria. En León son muy conocidas las cuevas de Valdevimbre. Esa es la mejor restauración temática, la basada en unos pocos platos inigualables. Lo demás es marear la perdiz. Eso sí, decorar y ambientar al estilo de lo que se como ayuda un poquito. El aspecto exterior del restaurante tiene que ir en consonancia y sin discordancias ni excesos. No se trata de construir un edificio con forma de barco, basta con que lo parezca. De hecho, hace unas décadas se pusieron de moda los mesones estilo castellano que acabaron siendo una plaga y eso era restauración temática pura y dura.


Un curioso ejemplo de libro es el Buffalo Grill, de origen francés, donde se intenta reproducir una parrilla americana y las camareras van al estilo vaquero. Por cierto que a esta cadena no le va muy bien después de las acusaciones sobre su supuesta utilización de carne de vaca loca. La facturación les ha bajado bastante y ahora que por fin gastan en publicidad, los medios parecen haberse olvidado de los presuntos problemas sanitarios. Ahí fui una vez y no vuelvo. Jamás me habían atendido peor. Y es que cuando hay una cadena de establecimientos, lo que se haga en uno revierte en la reputación de los demás.

La solución triunfante será mixta. Un restaurante basado únicamente en el show no es garantía de futuro. Limitarse a dar de comer bien sin ningún encanto es quedarse corto. El mercado es una jungla y cada día aparecen y desaparecen especies que no se adaptan. Por si acaso, vale la pena ir mirando lo que hacen los demás y averiguar las claves de su triunfo.

La restauración temática todavía no es enemigo. Y cuando lo sea utilizaremos algunas de sus armas para vencerle.

vía HOTELYRESTAURANTE.COM



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domingo, 27 de julio de 2014

La alta cocina mexicana

Hoy os compartimos un artículo muy interesante sobre cocina mexicana. Teniendo en cuenta que nuestra especialidad es una franquicia de fast food de comida mexicana (Nachos Tomasa), creemos que es muy interesante dar a conocer unos aspectos a lo mejor bastante desconocidos sobre la cocina mexicana y en este caso sobre la alta cocina. Esperamos que os guste.

Se trata de un artículo publicado por Por José N. Iturriaga en el portal animalgorumet.com


La alta cocina mexicana


Después de haber dado un par de charlas sobre la identidad alimentaria mexicana como fenómeno cultural (incautamente designadas por mis generosos anfitriones como conferencias magistrales), una en la Universidad Autónoma de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, y otra en el Museo Nabolom, de San Cristóbal, fui a almorzar al día siguiente con dos amigos muy conocedores de la cocina chiapaneca: Francisco Mayorga, quien dirigía el Centro Cultural Jaime Sabines, y Miguel Pavía, músico y director de Difusión Cultural de la propia UACH.

Nos dirigimos al mercado principal de la capital chiapaneca y para abrir el apetito (¡como si hiciera falta!) compramos una medida de nucús, hormigas reinas voladoras ligeramente asadas en comal, sobre las que Miguel nos había dado una erudita y poética explicación, extensa e interesante, en realidad arrobadora. Son una deliciosa botana y es imposible comerse sólo una.

Pasamos enseguida con las tamaleras e iniciamos la muestra gastronómica con un jacuané, tamal que se elabora haciendo una especie de tortilla de maíz y otra encima de frijol, se le agrega camarón seco molido y se enrolla con hoja santa alrededor; el resultado ya cocido e integrado es, cuando se le da la primera mordida, una espiral bicolor rodeada de verde; es aromático y exquisito, sin el menor picor, pues no tiene chile.

Luego seguimos con un tamal de chipilín, herbácea de peculiar y fino sabor, con queso y jitomate, asimismo sin picante. Continuó un tamal de bola, con puerco y recado (o sea recaudo, ajuste lingüístico similar al del hipil de Yucatán, referido al huipil); el recado era a base de jitomate, de nueva cuenta sin chile. Después pedimos un toro pinto, de masa de maíz con frijolitos oscuros enteros y frescos, delicia también ausente de nuestro icono y fruto especia nacional: el chile.

Cada vez más sorprendido por esa ausencia (aunque ya conocía todos esos tamales, pero no así degustados y comparados, todos juntos), seguimos con un tamal de verduras que contenía granitos de elote tierno, zanahoria, calabaza, chayote y papa, todo picado; sobra decir que tampoco tenía picante. Ya casi para concluir la prolongada nómina, comimos un tamal de milpa, con carne de puerco, salsa de jitomate sin chile y ¡limón!, envuelto con la hoja de la planta del maíz, no de la mazorca (como las corundas michoacanas).
Finalizamos, ya de postre, con unos pictes, tamalitos de elote dulces, acompañados de atole agrio de maíz amarillo, de atole de granío con granitos quebrados de maíz, de champurrado y de atole blanco sin azúcar (por supuesto, un poco de cada uno). Fue impactante que, sin haberlo programado así, probáramos de siete diferentes tamales del pueblo cuya delicadeza era adecuada para cualquier paladar y estómago, lo mismo de Suiza o de Canadá o de Suecia o de Francia.

¡Qué equivocada es la leyenda negra acerca de una comida mexicana agresiva e intolerable! Esa mañana en Tuxtla Gutiérrez degustamos una verdadera alta cocina.


La cocina tradicional popular es el sustento de la llamada “alta cocina” de las clases pudientes
Cabe destacar al respecto que, en México, la cocina tradicional popular es el sustento de la llamada “alta cocina” de las clases pudientes. Ésta abreva en aquella. Por ejemplo, el platillo festivo más popular es el mole, y cada provincia tiene sus variantes, a veces cada pueblo y no sería exagerado decir que cada señora tiene su propia receta. Las bodas, las fiestas patronales y otros eventos relevantes rurales o de barrios urbanos se celebran obligadamente con mole. Cuando se quiere calificar a un mole muy bien hecho se dice que parece mole de pueblo.

Pues bien. Los más elegantes y sofisticados restoranes de cocina mexicana tienen como una especialidad el mole. Las más exclusivas comidas domingueras de encopetados invitados, pueden incluir como platillo principal un mole hecho en casa. No se trata de exotismos étnicos o de curiosidades ocasionales. Es cotidiano que la “alta cocina” se adorne suntuosa con los platillos de la cocina popular.

Otro caso parecido es el de los adobos, primos del mole. (Otro primo más lejano, pero no muy diferente, son los currys de la India, Ceylán y otros países del Lejano Oriente).

Es cotidiano que la “alta cocina” se adorne suntuosa con los platillos de la cocina popular

En todos los hogares mexicanos de cualquier capa social se comen tortillas de maíz a diario; lo que varía es la cantidad per cápita según el nivel socioeconómico. Originalmente, las tortillas se hacían a mano y en los pueblos sigue siendo así; por su parte, las familias ricas urbanas se dan el lujo de comer tortillas hechas en casa. Los hoteles y restoranes de cinco estrellas sirven los domingos un brunch donde el buffet incluye a una señora echando tortillas a mano. Todo restorán del país de cualquier categoría, aunque no sea especialmente de cocina mexicana, tiene en su menú de desayunos platillos típicos de la cocina popular, como las enchiladas y los chilaquiles.

Lo popular nutre a toda la cocina mexicana. Las personas más encumbradas de Yucatán comen con frecuencia cochinita pibil, rica preparación de abolengo maya que se expende en los mercados. Los grandes hacendados del centro del país ofrecen a sus comensales como opulento platillo una barbacoa de borrego, cocida enterrada en hoyo, de nítida raigambre precolombina (en aquellas centurias se hacía de venado u otros animales); apuntemos que los albañiles festejan su día, el de la Santa Cruz, también con una barbacoa. En las bodas más elegantes de la ciudad de México sirven una cena internacional en la noche, y en la madrugada, después de varias horas de fiesta con baile, se sirve otra comida típica mexicana, a base de maíz y chile: esto es pozole o chilaquiles.

Todo esto nos lleva a concluir que en México no hay una contraposición entre la “alta cocina” y la popular, sino todo lo contrario. Por supuesto que siempre hay excepciones, como cuando lo chic llega al snobismo o sucumbe ante la moda pasajera. Sería el caso de una mal llamada nouvelle cuisine mexicaine que, entre otras desviaciones internacionalizantes, más allá del uso delicado y con mesura de la fruta en platillos salados, llega a excesos que falsifican la cocina mexicana derramando sin autocrítica sobredosis de guayaba, mango o tamarindo.

Para concluir esta digresión y a propósito de mangos, siempre aprende uno algo nuevo, por más conocedor que lo consideren sobre algún tema. Así me sucedió en Tuxtla: vimos en el mercado unos mangos-piña, según observaron mis cicerone; como en apariencia son meros mangos, entre criollos y ataulfos, no me animaba a probarlos, satisfecho –y con exceso- como ya estaba. Me convencieron mis amigos y aun incrédulo de los raros atributos que le asignaban a esa fruta, seguí sus instrucciones. Con un poco de agua lavó cada quien su mango-piña; luego lo sobamos y apretamos con cuidado, para no romper la cáscara, hasta que estaba completamente aguado; a continuación le mordimos una punta a la cáscara, para hacerle un agujero pequeño, y por él ¡chupamos y nos bebimos un riquísimo jugo, hasta vaciar ese recipiente natural!; era agridulce, con sabor de mango y regusto a piña; acabada la absorción, sólo quedó el hueso o semilla y la cáscara, sin nada de pulpa: toda se hace agua.

La erótica forma de comer esa extraordinaria fruta recuerda a esas bolsitas de plástico rellenas de alguna nieve o gelatina que los niños disfrutan mamando. Me sorprendió que además del placer de lo sabroso y de lo exótico, me causó gran hilaridad y alegría ese refresco-juguete que la naturaleza nos regala.
No quisiera confesar que como en el mismo mercado habíamos visto shutis, o sea caracoles de río, pero sólo había crudos y no preparados para comerlos, ya rumbo al aeropuerto hicimos una rápida escala en un “centro botanero” o cantina familiar -valga el término, pues los fines de semana entran mujeres y niños-, precisamente llamado “El Shuti II” y allí todavía nos tomamos un sabroso caldo de ese molusco, con una cerveza helada.
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*Del libro: Confieso que he comido. De fondas, zaguanes, mercados y banquetas, Conaculta, 2011. (Apuntes autobiográficos gastronómicos).

VÍA ANIMAL GOURMET




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martes, 22 de julio de 2014

Nueva receta rápida y fácil de Nachos

Os compartimos un video muy cortito con una receta fácil y rápida para hacer vuestros propios nachos caseros en vuestra casa. Si no tenéis cerca unos de los establecimientos de la franquicia fast food de Nachos Tomasa, siempre tenéis la opción se hacerlos y disfrutarlos en vuestra casa, pero si no, no lo dudes, llégate a una de nuestras franquicias de comida rápida especializada en nachos.....



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miércoles, 16 de julio de 2014

Receta para preparar nachos con carne. Receta de nachos / Antojitos mexicanos

Os compartimos una receta de Nachos con carne. Un video que hemos encontrado bastante completo y directamente desde México. Esperamos que os guste. Si no podéis disfrutar los nachos en alguna de nuestras franquicias de comida rápida Nachos Tomasa los podéis preparar en vuestras casas si sois algo curiosos....



Receta para preparar nachos con carne. Receta de nachos / Antojitos mexicanos


Receta ¿Cómo preparar nachos con carne?. Receta de nachos / Antojitos mexicanos

Ingredientes: 2 cucharadas aceite, 200 gr carne molida, 1/2 cebolla, 1 dente de ajo, 1/2 taza puré de tomate, 1 cucharada comino, 1 cucharada consomé, nachos, crema agria, salsa pico de gallo, lechuga picada, queso cheddar rallado, chiles jalapeños en vinagre.


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jueves, 3 de julio de 2014

La comida rápida e informal ganan terreno en la restauración

Os compartimos un articulo bastante interesante sobre el auge de las franquicias de comida rápida frente a los negocios de restauración más tradicionales. Los efectos que está tiendo y ha tenido la crisis económico en este tipo de negocios. Lo hemos encontrado en el portal GSFOOD a través de Profesional Horena.

La comida rápida e informal ganan terreno en la restauración


La restauración española volverá a acabar el año en números rojos, con una facturación de 19.000 millones de euros en 2013, un 6% menos que en el año anterior. Sin embargo, hay dos segmentos que siguen creciendo y desafían a la crisis: la comida rápida y la restauración informal, cuya facturación conjunta se situó en 4.600 millones de euros en 2012, el 23% del mercado total, tres puntos más que en 2010, revela un reciente estudio de DBK. Además, sigue aumentando la concentración sectorial y el número de locales franquiciados.

Así, la facturación del sector de restaurantes disminuyó un 6,9% en 2012, hasta situarse en 20.300 millones de euros, manteniendo la tendencia descendente de los años anteriores. A ello contribuye la crisis económica, la reducción del número de visitas a los restaurantes y la disminución del gasto medio por visita, según el nuevo estudio de DBK “Cadenas de restaurantes”.
La orientación de los consumidores hacia establecimientos de precio ajustado continuó favoreciendo el desarrollo de los mercados de comida rápida y restauración informal.
Los ingresos de los restaurantes sin servicio en mesa crecieron un 0,8%, gracias a la positiva evolución de los locales de comida rápida, cuya facturación aumentó un 2,3%, hasta los 2.430 millones de euros. Este segmento, que incluye además a los autoservicios tradicionales, aumentó su cuota en el conjunto del mercado hasta el 14,9%, con 3.015 millones de euros en 2012.
No ocurre lo mismo con los restaurantes con servicio en mesa, los tradicionales, que facturaron cerca de 17.300 millones de euros en 2012, un 8% menos que en el ejercicio anterior.
Los locales pertenecientes a la restauración informal incrementaron de nuevo su participación, al contabilizar unos ingresos de 2.175 millones de euros, a costa de la restauración tradicional, que redujo sus ingresos un 9% en 2012.


Auge de la restauración organizada

En los últimos ejercicios las cadenas de restaurantes, esto es, la restauración organizada, han aumentado su cuota de mercado, en un contexto de expansión de las cadenas líderes y descenso de las ventas y del número de restaurantes independientes. Así, en 2012 las cadenas reunieron el 28% del mercado, con 5.650 millones de euros, seis puntos porcentuales más que en 2008.

En enero de 2013 operaban en España 64.520 empresas gestoras de restaurantes, 680 menos que a principios de 2012. Por su parte, el número de locales se situó en 72.294 a principios de 2013, un 1% menos que en el año anterior.

A pesar de la crisis, que ha hecho desaparecer numerosos establecimientos en los últimos años, las cadenas de restaurantes aumentaron un 3,6% su número de locales en 2012.

A pesar de la crisis, que ha hecho desaparecer numerosos establecimientos en los últimos años, las cadenas de restaurantes aumentaron un 3,6% su número de locales en 2012, debido tanto a la entrada de nuevas compañías como a la ampliación y diversificación de las redes de empresas ya operativas.

El 18,5% de los restaurantes estaban integrados en cadenas a principios de 2013, aumentando su participación un punto y medio porcentual con respecto a principios de 2011. Así, unos 13.350 locales estaban adscritos a cadenas y alrededor de 59.000 eran independientes. De estos 13.350 locales , el 62% estaban integrados en cadenas que utilizaban para su expansión el modelo de franquicia, un 5,4% más que el año anterior.

El gradual aumento del grado de concentración del sector se refleja en el incremento de las cuotas de mercado conjuntas de los principales operadores. Las cinco primeras empresas del sector reunieron una participación del 6,88%, que aumentó al 11,59% en el caso de las veinte primeras, cerca de un punto y medio más que en 2010.

Únicamente 11 grupos facturaron más de 50 millones de euros en 2012 por la explotación de establecimientos propios en España y por los cánones y royalties de los establecimientos cedidos en franquicia, y solo siete superaron los 100 millones de euros.

 Lo que viene: la restauración seguirá a la baja… y la comida rápida, en auge

Según los analistas de DBK, a corto plazo es previsible que el volumen de negocio del sector de restaurantes continúe registrando un descenso, ante el alto nivel de desempleo y por la debilidad del consumo privado.

Así, el valor del mercado podría cerrar el año 2013 en 19.050 millones de euros, lo que supondría un descenso del 6% respecto al año anterior. En 2014, por su parte, se prevé que la caída de las ventas se suavice hasta el -2%.

Los restaurantes de comida rápida continuarán siendo los que registren una mejor evolución en los próximos años, estimándose un crecimiento del 2,5% al cierre de 2013 y de alrededor del 3,5% en 2014

Sin embargo, los restaurantes de comida rápida continuarán siendo los que registren una mejor evolución en los próximos años, estimándose un crecimiento del 2,5% al cierre de 2013 y de alrededor del 3,5% en 2014. Los locales de comida rápida seguirán viéndose beneficiados por la ventaja competitiva que supone el precio frente a otras formas de restauración.

Los establecimientos de la restauración informal, por su parte, también seguirán ganando cuota en los próximos dos años. Su facturación aumentará alrededor del 1% al cierre de 2013 y del 2% en 2014. Sin embargo, los establecimientos tradicionales seguirán siendo los más afectados por la debilidad económica y experimentarán nuevos descensos en sus ingresos.

La expansión de los grandes grupos a partir del lanzamiento de nuevas enseñas y el desarrollo de las existentes, la desaparición de pequeños negocios y la consolidación de los procesos de internacionalización por parte de los operadores líderes marcarán la actividad del sector a corto plazo, revelan los analistas de DBK.

Esta tabla del informe de  DBK resume los principales datos del sector de cadenas de restaurantes en 2012:



Fuente: Profesional Horeca

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miércoles, 25 de junio de 2014

Montar una franquicia de comida rápida como idea de negocio

Os compartimos este artículo que hemos encontrado en trabajosynegocios.com

Idea de negocio: franquicia de comida rápida


Montar y gestionar un restaurante de comida rápida es un concepto de pequeña empresa con numerosas oportunidades de arranque y grandes opciones de ampliación. En este sentido hay varias opciones como hacerse cargo de un negocio ya existente, iniciar un restaurante de comida rápida desde cero o comprar una franquicia, que proporcionará el reconocimiento de la marca y una puesta en marcha más rápida y segura. Gestionar un restaurante de comida rápida es muy similar a cualquier pequeño o  gran negocio donde la investigación y la planificación son fundamentales para el éxito, el inicio puede ser tarea difícil pero gratificante, si la experiencia se hace correctamente.

La percepción de la comida rápida del consumidor ya no se limita a sólo ofrecer un servicio rápido, sino a un concepto con más opciones, que consiste en unir la comida rápida tradicional y el servido rápido con un mayor énfasis en el sabor, la calidad y el ambiente, y es que este es un negocio que sigue en auge, debido a estos cambios de percepción que dejan de lado el viejo concepto de la comida basura. Así que si logramos desarrollar un buen concepto en este sentido podemos tener el éxito asegurado.

Cómo iniciar un negocio de restaurante de comida rápida:


1.Identificar nuestro mercado objetivo. Piensa quienes serán tus clientes objetivos y considera diferentes diferencias y preferencias generacionales. Comprende qué tipos de clientes potenciales tienden a frecuentar los restaurantes de comida rápida, investiga o contrata a una empresa especializada en estos tipos de estudios de mercado.

2. Determina qué tipo de negocio de comida rápida deseas operar. Hay muchas opciones, incluyendo restaurantes de hamburguesas y frituras, restaurantes de comida rápida especializados en pollo o pescado, sándwiches y/o bocadillos . Tienes la opción de iniciar tu propio restaurante de comida rápida o puedes hacerte con la compra de una franquicia de comida rápida. Una franquicia es una buena opción para aquellos que quieren que sea la casa matriz quien maneje algunas de las responsabilidades operativas y de marketing. Tenga en cuenta que hay honorarios por adelantado y las regalías que tendrá que pagar el franquiciador. Este articulo también te puede ayudar: Traspaso de negocios, obtener beneficios desde el primer día

3.Hacer un plan de negocios. Incluye una descripción detallada con el concepto que tienes pensado para tu negocio de alimentos y el mercado objetivo, un análisis de mercado, los precios y las opciones de menú, la estrategia y la contratación de los empleados y su capacitación, y proyecciones financieras.

4.Asegura la financiación mediante la colaboración con inversores o estudiar el hacer frente con tu propio dinero. Hay que realizar una planificación detallada para pagar gastos como las reformas,  el  alquiler o la hipoteca, seguros, equipos, suministros, alimentos, salarios de los empleados, la comercialización y la publicidad. Analiza Cómo conseguir dinero para negocio. Considera otras fuentes de financiación, como la familia y los amigos o los programas de apoyo a las nuevas empresas.

5.Selecciona una ubicación para tu negocio de comida rápida. Toma en cuenta factores tales como el volumen de tráfico en la zona, clientes de accesibilidad, las leyes y ordenanzas locales, estacionamiento, términos de arrendamiento y las proyecciones de ventas.

6.Diseño de tu propio restaurante. Ten en cuenta la cantidad de espacio que necesitará el restaurante, el almacén y la oficina. Investiga o contrata a una empresa de diseño profesional para ayudar a proyectar estos espacios y crear diseños, tanto para el comedor y las áreas de producción.

7.Estar al tanto de la seguridad y las implicaciones legales. Consulta y asesórate con un abogado que te guie a través del proceso legal para gestionar y montar este tipo de restaurantes de comida rápida.

8.Busca proveedores directos de alimentación y suministros. Hay que negociar y marcarse objetivos claros para obtener las mejores condiciones posibles y lograr acuerdos para que, si se llega a un cierto volumen de ventas, los precios bajen.

9.Contratar y capacitar a los empleados. Tendrás que contratar y formar a los directivos y otros empleados y determinar la escala salarial para todos los empleados de tu restaurante. Ten en cuenta cosas como la formación de los empleados, bonificaciones, beneficios y perspectivas de carrera para los empleados potenciales.

10. Desarrolla un plan de marketing detallado que describa las estrategias que utilizarás para anunciar tu negocio de comida rápida. Considera la posibilidad de medios de marketing, como prensa, televisión, radio y la comercialización a través de Internet. Una vez que has puesto en marcha tu estrategia de marketing, tu negocio de comida rápida está listo para la gran inauguración.

Por último, pero no menos importante, no lo hagas solo, asesórate. Contacta con las asociaciones de empresarios, cámaras de comercio y programas de desarrollo empresarial. Ellos te pueden dar un asesoramiento objetivo y gratuito sobre el mercado local y el proceso de iniciar un negocio de éxito, incluso darte claves para programas de financiación. Encuentra el que esté más cerca de ti o de tu localidad.

VÍA http://www.trabajosynegocios.com/idea-de-negocio-restaurante-de-comida-rapida/


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martes, 17 de junio de 2014

Restaurante de Comida Rápida a la Española

Os compartimos un artículo muy interesante de una nuevo concepto de franquicia de comida rápida que se está desarrollando en Sevilla... abarca desde el desayuno a la cena pero con ingredientes 100% españoles como el aceite de oliva o el jamón ibérico.

Fast Food a la española


Más que menos (Centro-Catedral), nuevo concepto del almuerzo de trabajo, rápido pero con calidad y producto español.

El pasado 19 de Diciembre abrió sus puertas Más que menos, un cuidado local en la céntrica calle santo Tomás, en el entorno más monumental de Sevilla y cerca de muchos negocios donde sus trabajadores pueden encontrar aquí un concepto de comida rápida, bien servida, en un local con clase y con una gran variedad y calidad de productos de pura estirpe ibérica. Esta es la filosofía del negocio, ofrecer un almuerzo de calidad y a buen precio, buscan el alimento sano, productos ibéricos, al igual que los vinos, una pequeña pero cuidada selección donde todos se pueden pedir por copas, la selección está muy por encima de lo que ofrecen otros negocios de tapas más elaboradas, sin ir más lejos en tintos podemos copear Melquior (1,80 €), Portia (2,50 €) y Viña Izadi (2,50 €) u optar por una copa de refrescante cava Sumarroca Brut Reserva a 1,90 € la copa y a unos muy razonables 10 € la botella.

El local tiene un cuidado diseño, moderno y funcional, donde predominan los tonos negros y las maderas claras, buena barra y dos espacios para estar cómodamente sentados, junto a la barra o en un salón alto con comidas mesas, también va a disponer de terraza en la acera con vistas a la maravillosa vista del Archivo de Indias y la Catedral.

La carta, o cartas podríamos decir más propiamente, son variadas y muy gráficas, empezando por la oferta de desayuno, un cosmopolita croissant con café con leche a 2,40 € y una más castiza tostada de jamón ibérico con café u otra bebida por 3,00 €, por sólo 0,50 cts. más, podemos disfrutar de un zumo de naranja. Una amplia variedad de bollería, tostadas y tartas, nos pueden servir de desayunos, postres y meriendas, donde también podemos optar por las flautas, medias o enteras, bocadillos con productos tan característicos como jamón ibérico de bellota, queso manchego, longaniza del payés, lomo ibérico de bellota, mortadela de Bolonia y otros.

La carta se compone fundamentalmente de este tipo de comida rápida a la española, como los Rústicos, bocadillos de pan artesano aderezado con aceite de oliva virgen y tomate de payés, con propuestas tan suculentas como el de ventresca de atún, tomate de temporada y orégano (6,60 €) o el de jamón ibérico de bellota y brie (6,60 €) entre otros, pudiendo optar también optar por panes rústicos integrales.

Otra posibilidad son las características cocas de nuestro litoral Mediterráneo, como la de brandada con pimientos del piquillo y paté de aceitunas (6,80 €), la de ternera asada y tomate de temporada (5,90 €) la de mortadela trufada con mascarpone (6,30 €) o la de bresaola, rúcula, tomate de temporada, parmesano, piñones y vinagreta (6,60 €).

Los sandwichs se preparan también con pan tostado, no de molde. Pudiéndose completar el menú con las más variadas ensaladas, cremas de temporada, ahora las de puerro, champiñones o calabaza, acompañadas de virutas de parmesano y picatostes (todas a 5,50 €) y también raciones de tortilla de patata (3,50 €), carpaccio de buey con parmesano (7,90 €), bacalao ahumado con mermelada de tomate y paté de aceitunas (7,90 €) y otras.

Conservas, encurtidos y otras tapas completan la carta que podemos rematar con algunos de los postres que se ofrecen, desde un helado de vainilla (3,90 €), pasando por el de yogur y frambuesa (3,90 €) hasta un coulant de chocolate (5,70 €) o un tatin de manzana con nata (5,70 €).

Más que menos dispone además de una amplia selección de zumos, batidos, smoothies, copas de primeras marcas y cocteles, desde el abstemio San Francisco (6,00 €) a los alegres mojito, caipirinha o piña colada, todos a 6,00 €.

Vía El Correo Web


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